Bañeres Porra: Al soci no se'l pot enganyar

Tras este fin de semana tan bochornoso en lo deportivo, hoy voy a hacer el típico post de soci cabreado: es decir, demagógico y teñido de oportunismo. Antes, de todos modos, échenle una mirada a las clasificaciones (en ellas se operan artilugios contables conocidos como Rummiesca, en virtud de los cuales en lo que atañe a las puntuaciones obtenidas en los partidos de Copa el sistema selecciona 'la mejor puntuación de las peores obtenidas hasta la fecha'). Para dudas, pidan a la Srta. Penélope que les concierte una visita con Richi.

Como puede observarse, tres de nou amb folre i manilles de Subcomandante en la Copa. Para alguien que sólo había ganado un balón de fútbol en un sorteo del Caprabo ha significado una algría inmensa. Respecto a la jornada de Liga, nadie, ni los antibarcelonistas más acérrimos, ha conseguido el 32. Sentinela sigue en lo alto, inamovible.

Y ahora, una buena dosis de demagogia.

Nosotros venga a sufrir ante el el TV viendo la desidia de los nuestros, y sobre todo de Ronaldinho, que parece haberse olvidado no ya de jugar al fútbol, sino de ese acto tan mecánico y automático para el que está programado nuestro cerebro y que se conoce como correr. Mientras tanto, desde varias webs (entre otras, ésta), se asegura que las siguientes imágenes corresponden a la casa (o mejor decir Palacio, o Palacete) de Ronaldinho en Castefa. Para que veáis como vive el amigo mientras nosotros nos dejamos medio sueldo para pagar el abono al estadi o a digital +. (de todas formas, ese color turquesa de las aguas... no sé, no sé, yo no acabo de tragarme que esto sea realmente Castelldefels).

Me inquieta, no obstante, no ver ninguna foto de un gimnasio privado. Hasta los ricos más ociosos y sedentarios se lo ponen porque queda bien... ¿tanta aversión le tiene Dinho a la preparación física que no sólo no entrena en nuestras instalaciones (como se asegura en tantas tertulias y tantos blogs) sino ni siquiera en su casa?

Si realmente es su casa, en todo caso, tiemblo de pensar cómo será la que tiene en Brasil, dado su apego a ese país y su tendencia a irse para allá siempre que puede, escatimándole al soci días de vacaciones.